Como dijimos, a las empresas con personalidad jurídica se les denominan sociedades mercantiles. Estas sociedades a su vez se dividen, según sus características, en otros tres tipos: personalistas, capitalistas y de interés social.
En primer lugar, vamos a estudiar las sociedades mercantiles personalistas y veremos porqué reciben este nombre. Esto es así porque en estas sociedades los dueños tiene un papel muy importante, ya que el propietario es quien dirige la empresa.
Otro de los factores determinantes que hace que estas sociedades reciba la calificación de “personalistas”, se basa en el hecho de que su propiedad no se puede transmitir libremente en caso de que alguno de los socios se quiera desvincular de la misma. De este modo, para que alguien pueda ser admitido como propietario y gestione la empresa, deberá ser aceptado por el resto.
La ultima característica diferenciadora de este tipo de sociedades es la responsabilidad de sus propietarios, es decir, la forma en que responden ante sus acreedores:
ILIMITADA: Con sus bienes presentes y futuros.
SOLIDARIA: Se le puede exigir la totalidad de la deuda a cada socio por separado.
En la entrada siguiente, correspondiente al punto 4 de mi libro, estudiaremos las sociedades capitalistas, que como comprobarás van a tener unas características totalmente opuestas a las de las personalistas. Para que puedas apreciar las diferencias existentes, observa el siguiente cuadro:
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